Una larga historia de persecución, acoso, extorsiones, amenazas, cateos ilegales, robo y delitos fabricados por autoridades federales y policías ministeriales en Cancún.
Cancún.-Era la media noche, 00:30 del sábado 11 de mayo pasado, todos dormían y la noche transcurría con normalidad, cuando intempestivamente un comando fuertemente armado de al menos 15 policías irrumpieron de forma violenta en la casa marcada con el número 52 de la calle Robalo se la supermanzana 03 de Cancún, convirtiendo una diligencia judicial en una pesadilla para niños y familia que se encontraba en el lugar.
Se trataba de policías ministeriales federales y militares,, que allanaron la propiedad con exceso de violencia, abuso de autoridad, agresiones físicas, insultos, gritos, amenazas de muerte y de violaciones a sus familias sino cooperaban, creando episodios de pánico, apuntando a mujeres y niños con armas largas y sus rostros cubiertos con pasamontañas, hasta someter al propietario de la residencia.
Momentos de terror se vivieron durante casi dos horas de supuesto operativo, ya que los policías nunca mostraron una orden de cateo a los ocupantes de la vivienda y en todo momento la familia pensó que eran delincuentes y que pasaría lo peor.
Durante el tiempo que duró el “asalto” los policías se condujeron con amenazas, gritos, agresiones, violando los derechos humanos, la intimidad de la familia y su seguridad jurídica.
Al grito de ¿Dónde está el dinero?, policías violentaron la residencia del empresario Florian Tudor, destruyendo todo a su paso, para intimidar al propietario y su familia, de que si no cedían les iría peor. Miedo, gritos y llantos de mujeres y niños complementaban la terrible escena.
“Si no abres la caja fuerte vamos a violar a tu esposa, los vamos a arrestar a todos y nos vamos a llevar a los niños”, amenazaron al empresario que sometían con exceso de violencia.
El supuesto operativo, de la policía ministerial federal, se practicó en horas de la madruga, convirtiendo una diligencia judicial en un asalto, una pesadilla que sufrió la familia que corría de un cuarto a otro aterrorizados por los atropellos, abusos y daños materiales ocasionados a puertas, cámaras de seguridad, cajas fuertes, paredes y muebles, en busca de dinero y otras pertenencias.
En medio de ese clima de terror, vejaciones, armas largas, pasamontañas, gritos e insultos, los policías ministeriales, sometieron al dueño de la propiedad para obligarlo a revelar claves y contraseñas de cajas fuertes y teléfonos celulares, incluso tomaron a la fuerza sus huellas dactilares.
Fue una madrugada de terror, más dos horas de pesadilla provocada por el violento actuar de policías, que solo buscaban dinero, valores y al que final sembraron una pistola en un buró de la recamara principal, para incriminar al empresario que sometían y finalmente llevarlo detenido.
Mujeres y niños fueron separados y llevados a otra recamara, sin que ocupantes supieran que pasaba con el jefe de la familia, quien fue esposado, retenido y trasladado los separos de la Fiscalía General de la República en Cancún.
Así ha sido la persecución y pesadilla que ha vivido el empresario Florian Tuodr y su amigo y socio, Chakib Naif Ifram, quienes desde el 2017 han sido perseguidos y extorsionados por policías ministeriales federales, marinos y autoridades vinculadas a la Fiscalía General de la República en Cancún
En sus diversos operativos, policías no han encontrado nada, sin embargo las amenazas y el terrorismo sicológico sigue vigente, los empresarios Florian Tudor y su socio Chakib Naif Ifram, continúan recibiendo llamadas telefónicas de supuestos policías y comandantes que les piden negociar o se los va llevar la chin…, les han enviado emisarios hasta sus domicilios particulares quienes han dejado citas y números telefónicos para que llamen y negocien.
La persecución a estos empresarios y sus familias de parte de las autoridades se torna insoportable, se trata de un caso de corrupción, abuso de poder y “delincuencia organizada” en el ejercicio de la función pública que ya ha sido denunciado para que se investigue a fondo, porque se ha detectado incluso que en los operativos participan policías federales “inactivos” que son quienes encabezan la rapiña durante los cateos.
Esto, es solo una parte de la historia que forma parte de la denuncia que empresarios han interpuesto ante la Visitaduría General (órgano de control interno) de la Fiscalía General de la República, así como ante la Fiscalía Anticorrupción y la Secretaría de la Función Pública, sobre hechos de corrupción, extorsiones y amenazas de parte de autoridades de la Fiscalía General de la República delegación Quintana Roo, con sede en Cancún.
En ella se involucra y acusa a el delegado Javier Ocampo García, la subdelegada, Bertha Cordero Reyes, los fiscales Cesar Eduardo Cervantes Saavedra, Felipe Pérez García, además de Héctor Mejía Gama y Julio Cesar Ortega Rodríguez, así como a los agentes ministeriales Deyner Azhel Maldona Hernández, Miguel Ángel Vázquez Bernal, Ricardo Portillo Muñoz y Miguel Castillo Cano, quienes han conformado el grupo de ataque, extorsiones y robo al domicilio del empresario que denuncia todos estos hechos y sobre los que ya pesa la denuncia y se inició la investigación correspondiente, por lo que se exige castigo a los responsables de todos estos hechos constitutivos de delitos para funcionarios públicos.