Dicen que en la guerra y el amor todo se vale, en política es peor el asunto; lo ataques van más allá de los intereses, hay perversidad, maquiavelismo y una insensibilidad humana que rebasa cualquier idea; no importa si se provoca una tragedia y se pierden vidas humanas solo con el propósito de ganar una guerra política.
Por Víctor Flores
Dicen que en la guerra y el amor todo se vale, en política es peor el asunto; lo ataques van más allá de los intereses, hay perversidad, maquiavelismo y una insensibilidad humana que rebasa cualquier idea; no importa si se provoca una tragedia y se pierden vidas humanas solo con el propósito de ganar una guerra política.
Luego de ver los videos y testimonios de la gente que estuvo en el lugar de los hechos previo a la explosión del ducto en Tlahuelilpan, Hidalgo, y los primeros resultados de las investigaciones, confirman que alguien perforó el ducto con la intención de robar gasolina, pero también con la consistente posibilidad de provocar una tragedia de tales magnitudes.
Quién lo hace, quién convoca, quién llama, cómo acude la gente, qué se hace con ese combustible, se consume, se vende, a quiénes se les vende, son preguntas que hay que responder en la investigación para dar con los responsables de este ilícito que ahora se paga con 20 a 30 años de prisión, y que en este caso ocasionó una tragedia.
No es un secreto que el combate al huachicoleo de parte del gobierno federal haya afectado muchos intereses y tocado fibras muy sensible de la “mafia del poder”, al grado que estos grupos han intentado por todos lados frenar la embestida del presidente Andrés Manue López Obrador, e incluso amenazado al gobierno federal con crear una desestabilización e incendiar el país sí se continua con el combate a la corrupción y la impunidad.
Lo grave del asunto es que para estos grupos de poder no importan las vidas humanas a costa de sus intereses particulares, actos que no vienen solo del crimen organizado, sino de la perversidad de los delincuentes de “cuello blanco” y en ocasiones de su complicidad.
La cruzada contra la corrupción está causando estragos y es apenas el comienzo, al gobierno no le debe temblar la mano y continuar con firmeza si de verdad se quiere una transformación al país, en la que sin duda la actuación de los mexicanos es la más importante.
He leído muchos comentarios y opiniones en las redes sociales sobre esta tragedia, buenos y malos, en algunos casos se culpa al presidente, al ejército y en otros hasta familiares que exigen se les indemnice por la muerte de quienes acudieron a robar gasolina.
La explosión del ducto de Tlahuelilpan, ubicado a unos 13 kilómetros de la refinería de Tula, Higalgo, tuvo tintes diferentes, esta vez los huachicoleros no se desplazaron con muchos vehículos como normalmente lo hacen, no hubo pipas y ni camiones para transportar el combustible robado, los que lo hicieron solo perforaron el pozo y huyeron.
Los habitantes de las cercanías del lugar al ver la fuente de gasolina que salía con presión y que alcanzó hasta los 6 metros de altura, acudieron con cubetas y bidones a robar la gasolina sin medir el peligro que ello representaba.
Y como bien se lee en los comentarios en las redes sociales, el deber de los ciudadanos al darse cuenta de un episodio como este, es llamar a las autoridades para que intervengan y el daño sea reparado.
Pero no fue así, la falta de educación, cultura e ignorancia, los vecinos acudieron a robar la gasolina, así literal, robar, no se le puede llamar de otra forma, lamentablemente sin medir riesgos.
Cayeron en la trampa de quienes con perversidad perforaron este ducto, ya que el combustible efectivamente, como opinan en las redes sociales, no es agua, no es leche u otro líquido, sino un producto flamable que en cualquier momento provocaría una explosión.
Si la intención fue sabotear las acciones de combate al huachicoleo con una tragedia humana, el objetivo se alcanzó con éxito.
Hay videos donde se va a la gente grabando con sus celulares la fuente de gasolina que salía del ducto, cuando hasta en una gasolinera se prohíbe usar los celulares para evitar una chispa explosiva.
Al final pasó lo que tenía que pasar, los únicos que podrían estar felices de esa tragedia, son los que sabotearon el ducto y cumplieron su cometido.
Hay muchos comentarios y opiniones sobre lo que aquí pasó, usted tiene la mejor opinión, pero todo esto pasa dentro de una lucha de poder que lamentablemente siempre cobra víctimas inocentes.
Y aquí viene lo bueno, a raíz de esta tragedia ahora los dirigentes de los partidos políticos, PRI, PAN y PRD salieron al paso, a señalar y acusar que todo es culpa del gobierno federal que aplica una mala estrategia en el combate a la corrupción y el huachicoleo.
El PAN y el PRD acusaron al gobierno federal de negligencia en la tragedia que desató la explosión en Hidalgo, a través de un comunicado con tintes de exigencia y dignidad, pidieron a la Fiscalía una investigación profunda y castigo a los responsables.
Sin más vergüenza política PAN y PRD, acusaron de negligencia e incompetencia al gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, y que su combate al huachicoleo ya comenzó a costar vidas.
Lo mismo hizo el PRI que criticó las acciones del gobierno federal en esta lucha, sin la menor vergüenza y memoria de que gracias a la ineptitud, negligencia, complicidad y corrupción, el huachicoleo creció de manera exponencial durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
PRD y mucho menos, PAN y PRI, tienen la calidad moral como partidos para exigir nada en esta lucha, sus partidos cuando estuvieron en el poder permitieron a placer el robo de gasolina, fuero miopes y cómplices del saqueo al país, sus dirigentes de partido y presidentes de la nación, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, fueron parte de esa mafia que lo permitió, ya sea por omisión, complicidad o participación.
No era posible que millonario robo de gasolina no fuera detectado por sus gobiernos, y más aún en las dimensiones que creció durante el último sexenio que alcanzó los 66 mil millones pesos anuales, y la generación de otros delitos como “lavado de dinero” de los empresarios gasolineros del país por más de 10 mil millones de pesos en el mismo sistema bancario y financiero mexicano.
La estela de corrupción es larga, habrá más, seguiremos en el tema.
Espero sus comentarios, opiniones y sugerencias, usted tiene la mejor opinión. #Sinreserva en vfloresh@hotmail.com
VÍCTOR FLORES HERNÁNDEZ, es periodista, fotógrafo y editor de medios con 30 años de experiencia; ha realizado coberturas periodísticas en 20 países de América, Europa y Asia.
En abril del 2015 recibió en París, Francia, la Medalla de la Paz otorgada por la OMPP, por su aportación a las misiones paz, sana convivencia entre los pueblos y publicaciones humanitarias.
Es alumno y miembro de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Cartagena Colombia, Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Miami, Florida, Red de Reporteros Sin Fronteras (Colombia) y vocero la Asociación de “Periodistas por la Paz” de la OMPP con sede en Ginebra, Suiza.
Actualmente es columnista y director del portal www.sinreserva.com.mx