Tranquilo, sin la presión de antaño, Roger Federer regresa a la arcilla parisina.
Después de tres años de ausencia, el “expreso suizo” volverá a jugar Roland Garros y aseguró que “será un gran reto”, donde no sabe si será capaz de pelear por el título.
“No sé si puedo ganar, para mi es un punto de interrogación. Me siento como antes del Abierto de Australia de 2017, con dudas pero jugando buen tenis. No sé si será suficiente contra los mejores del circuito.
Todo dependerá de si soy capaz de sacar los mejores golpes de raqueta. Para mi es un reto, va a ser un torneo fascinante”, señaló el ganador de 20 Grand Slams en el día de medios.
Federer comentó que físicamente llega al 100%, sin los problemas que provocaron su retirada en Roma: “La última lesión importante es de hace dos años en Montreal, estoy feliz de sentir que pesa a mi edad mi cuerpo se porta bien”
Roger ganó el torneo en el 2009, después de haber pensado que se le negaría con un Rafael Nadal que le daba nulas oportunidades a sus oponentes: “Empecé a sentir esa gran presión cuando perdió Rafa contra Soderling.
Entonces me dije que era ahora o nunca y eso hizo subir mucho la presión. En lugar de ser más fácil se convirtió en más difícil. Pero afortunadamente supe controlar esa presión”
Roger debutará en primera ronda ante el italiano Lorenzo Sonego.
