La cifra de personas fallecidas por la explosión en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en el centro del país provocada por una toma clandestina para la extracción de combustible subió a 66, dijeron el sábado autoridades.
El gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad, dijo en una conferencia de prensa -junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador- que hasta el momento se habían registrado 76 personas heridas, entre ellos siete menores de 18 años y un niño de 12 años.
“El saldo es bastante triste para Hidalgo, que hoy se enluta; hasta el momento suman 66 personas fallecidas y 76 personas heridas”, digo el mandatario local en Palacio Nacional.
Muchos de los heridos sufren graves quemaduras y se teme que se encuentren mas cadáveres calcinados en las cercanías del oleoducto donde centenares de personas se agolparon para robar el combustible de la fuga provocada a media tarde del viernes.
Fayad, explicó por su parte que en el momento en el que se conoció la fuga se intentó acordonar la zona, pero fue imposible porque había cientos de ciudadanos en el lugar de los hechos.
“Las llamas estaban consumiendo todo lo que había alrededor y había personas fallecidas y quemadas”, agregó. “Hoy se enluta, y se enluta México, con la muerte de estas personas”
El incidente ocurrió el viernes en medio de una ofensiva de López Obrador contra el robo de combustible, que según el gobierno significó pérdidas por unos tres mil millones de dólares para la empresa estatal en 2017.