- La NASA anunció que espera enviar a un grupo de astronautas en un viaje de diez días alrededor de la Luna tan pronto como febrero de 2026.
La agencia espacial estadounidense se había comprometido previamente a un lanzamiento a más tardar a finales de abril del próximo año, pero afirmó que pretende adelantar la misión.
Han pasado 50 años desde que un país realizó una misión lunar tripulada. La NASA enviará a cuatro astronautas para probar sistemas.
La misión Artemis II es el segundo lanzamiento del programa Artemis, cuyo objetivo es el aterrizaje de astronautas en la Luna y, finalmente, establecer una presencia a largo plazo en la superficie lunar.
Lakiesha Hawkins, administradora asociada adjunta interina de la NASA, afirmó que sería un momento importante en la exploración espacial humana.
“Juntos, tenemos un asiento en primera fila para presenciar la historia”, declaró en una conferencia de prensa este martes.
“La ventana de lanzamiento podría abrirse el 5 de febrero, pero queremos enfatizar que la seguridad es nuestra máxima prioridad”, apuntó.
El director de lanzamiento de Artemis, Charlie Blackwell-Thompson, explicó que el potente sistema de cohetes construido para llevar a los astronautas a la Luna, el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), estaba prácticamente listo para funcionar.
Solo faltaba completar la cápsula tripulada, llamada Orión, conectada al SLS y realizar las pruebas en tierra.
La primera misión Artemis duró 25 días y contempló el lanzamiento de una nave espacial sin tripulación en noviembre de 2022. En ella, la nave orbitó la Luna y reingresó a la atmósfera terrestre.
La misión fue un éxito rotundo, aunque se presentaron problemas con el escudo térmico al reingresar la nave a la atmósfera terrestre.
Estos problemas ya se han solucionado.
Los miembros de la tripulación serán, en cierto modo, una especie de conejillos de indias humanos.
Se realizarán experimentos para monitorear cómo el espacio afecta sus cuerpos. Los científicos cultivarán muestras de tejido con la sangre de los astronautas, llamadas organoides, tanto antes como después de su viaje.
Según Nicky Fox, jefa de ciencia de la NASA, se compararán los dos conjuntos de organoides para ver cómo el espacio ha afectado a los cuerpos de los astronautas.
“Queremos estudiar a fondo el efecto de la microgravedad y la radiación en estas muestras. ¡Ciertamente no voy a diseccionar a un astronauta! Pero sí puedo diseccionar estas pequeñas muestras de organoides y observar la diferencia”, explicó.
Tras el paso de la nave espacial por la Luna, los astronautas emprenden su viaje de cuatro días de regreso a casa, atraídos por la gravedad terrestre.
A su llegada, el módulo de servicio, que alberga el sistema de propulsión principal de la nave, se separará del módulo de tripulación. Los astronautas comenzarán entonces una parte peligrosa de la misión: reingresarán a la atmósfera terrestre y saltarán en paracaídas a la superficie frente a la costa de California.
El éxito de la misión determinará la rapidez con la que la NASA podrá lanzar Artemis III para aterrizar en la Luna. Pero incluso si la misión se desarrolla a la perfección, el objetivo declarado de la agencia espacial de “no antes de mediados de 2027” es poco realista, según Simeon Barber, investigador de la británica Open University.
“‘No antes de’ es un término familiar para la NASA, y significa precisamente eso. Esa es la posibilidad más temprana”, afirmó, añadiendo que lo consideraba optimista debido al coste que supondría mantener Artemis III en marcha.
“El aterrizaje en la Luna requerirá que la nave espacial SpaceX Starship [de Elon Musk] lleve a los astronautas hacia y desde la superficie, y hemos visto en los últimos meses que la propia Starship aún tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda lograr un vuelo orbital alrededor de la Tierra, y mucho menos con astronautas a bordo”, advirtió.
