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Reactivación, resiliencia y responsabilidad

Las personas primero…

Por Víctor Flores

La reactivación económica de Quintana Roo, impulsada por la industria turística debe darse en un marco de resiliencia y responsabilidad, en las que gobierno, empresarios del sector turístico y los propios trabajadores de la industria deben asumir su mejor rol para reabrir de manera segura, fluida y responsable.

El futuro turístico debe ser sostenible para todos, la vida humana por encima de cualquier otro interés; los trabajadores son la cara de la industria y deben regresar con garantías a sus derechos laborales y de salud, las directrices, la profesionalización del personal que convive con el turismo y la construcción de modernas habilidades, son clave para reiniciar una industria más competitiva.

El principal desafío que enfrenta este multidestino turístico, es su reactivación económica de manera responsable y equilibrada, para evitar en este regreso, contagios masivos y un rebrote que vuelva a golpear a la industria y provocar un nuevo colapso.

En esta estrategia de recuperación turística y económica en Quintana Roo,  deberá contenerse y aplanarse la curva de contagios de COVID 19, en una muy compleja dinámica, ya que ello implica la reactivación del empleo, mayor movilidad humana, transporte urbano, creciente conectividad aérea, incremento en el arribo de turistas, convivencia con los visitantes, reapertura de negocios y la coexistencia humana bajo una nueva normalidad.

El destino ha mostrado ya signos vitales, el aeropuerto internacional de Cancún ha comenzado a latir con mayor intensidad, cobra vida y se fortalece día a día dando un mensaje positivo.

El incremento de la actividad aeroportuaria en la terminal aérea de Cancún, como resultado de la conectividad, es sin duda el principal termómetro de la reactivación turística, pero también tiene que ser una de las principales preocupaciones para prevenir un rebrote del COVID 19 y sus mutaciones.

El aeropuerto cancunense deber ser una muralla contra la pandemia, los filtros aeroportuarios deben garantizar una afectividad casi impenetrable del mortal virus, sin embargo se desconoce qué tan efectivos son los protocolos adoptados y si estos son realmente confiables.

En esta reactivación, el sector turístico y autoridades tiene que poner en primer lugar a las personas y su bienestar, aquí, va implícita la necesidad de no bajar la guardia en la concientización y que las campañas sean más invasivas.

Es imperativo reconstruir la actividad turística y económica del estado, en estrecha coordinación con todos los sectores para hacerlo de la manera más segura, reducir riesgos y cuidar vidas.

El sector turístico debe mostrar su resiliencia y su capacidad no solo para recuperarse, sino para liderar la recuperación económica y social de manera más amplia.

Hoteleros deben cambiar su actitud, cadenas españolas principalmente, y elevar al máximo su responsabilidad social con el destino que los cobija y con el recurso humano que los ha hecho exitosos, que no se repita pues, la indolencia e insensibilidad de despedir a sus trabajadores y echarlos a la calle sin responsabilidad alguna.

Ha quedado claro que el sector turístico fue el más golpeado durante esta pandemia y que la economía de Quintana Roo quedó prácticamente paralizada.  El Covid-19 nos provocó la peor crisis de la historia al destino, una incertidumbre exacerbada, por las restricciones de viajes, miedo a viajar y a salir de casa.

La pandemia del COVID 19, nos deja una enseñanza, nos demostró que estamos expuestos a estas vulnerabilidades, como lo es el empleo inestable, la falta de diversificación y la baja resistencia a los eventos extremos.

La pandemia nos brinda ahora la oportunidad de evaluar el daño económico y social, para imaginar un reinicio y una transformación más resistente y sostenible.

El turismo es nuestro motor económico, quienes trabajan en esta industria y perdieron su empleo, pasaron hambre, perdieron a un amigo o un familiar durante esta pandemia, una pesadilla que aún no termina, valoramos lo que tenemos y nos adaptamos para reiniciar.

La recuperación de la confianza, es el retorno de la esperanza y las oportunidades para miles de familias que dependen de este sector para volver a la normalidad.

La sustentabilidad ambiental, las medidas sanitarias, la responsabilidad y solidaridad de todos, será clave en la reactivación y futuro de la industria

LA MEJOR PROMOCIÓN, ES CONTROLAR LA PANDEMIA

Expertos coinciden que la mejor promoción del turismo es controlar la pandemia.  Será la oferta de viaje seguro, la satisfacción de los turistas, el entorno y el trabajo de la comunidad anfitriona lo que influya en el ánimo del viajero.

Pero vayamos despacio, los analistas prevén que la recuperación de la actividad turística de nuestro Quintana Roo a los niveles del 2019, llevará dos años, es decir llegará hasta el 2022.

Los pronósticos para este año, al cierre de 2020, quedan por debajo del 50 por ciento.

LIDERAZGO POLÍTICO

Este reinicio de la actividad turística, requiere la participación informada de todos y por supuesto de un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso.

Alcanzar el objetivo, requiere de un proceso continuo, del día a día y del seguimiento constante de las incidencias que implica el aumento paulatino del turismo y de la misma actividad, para poder introducir y mantener las medidas preventivas y correctivas que resulten necesarias.

La toma de decisiones para la reactivación económica del país, depende de cada estado y en el caso de Quintana Roo, va de acuerdo con dos variables, la importancia económica del turismo para el estado y el nivel de riesgo epidemiológico por COVID 19.

Aquí el gobernador Carlos Joaquín González, ha jugado sus piezas en el tablero del ajedrez, con un semáforo sanitario estatal.

La toma de decisiones de él Ejecutivo, le permite evaluar las disyuntivas entre la economía y el riesgo epidemiológico.

Apenas ayer, el propio gobernador admitió que tras los festejos del 15 y 16 de septiembre, y la relajación ciudadana, existe la posibilidad de un incremento de contagios por Covid 19 en los próximos días.

Sostuvo que el virus no se ha ido, que la pandemia no ha terminado y que no hay condiciones para relajarse, por el contrario anunció, enérgico, el reforzamiento de las acciones preventivas, filtros sanitarios y señalización.

Ante estas circunstancias, el gobernador, sostuvo, que el semáforo estatal se mantiene en amarillo del 28 de septiembre al 4 de octubre, para norte y sur del estado, con el riesgo de regresarlo a naranja.

En la búsqueda de esa reactivación, que permita recuperar el empleo y la dinámica económica del estado, se hacen necesarios los protocolos sanitarios para prevenir un rebrote.

Queda claro pues, que la responsabilidad para reactivar la economía y bajar contagios, es de todos.

El mismo turista o visitante debe hacer viajes responsables y acatar el código de conducta e higiene de cada destino, medidas y recomendaciones como en su momento lo hicimos aquí, con el spring break, con una campaña denominada “Mi casa es tu casa”, para garantizar su bienestar, su salud y la de los que los rodean.

Bajo este panorama, que ha pasado de la crisis y el colapso turístico a un reinicio y una nueva forma de hacer turismo, con una pandemia que nos obliga a reflexionar y cambiar para construir una industria más sólida y competitiva, este domingo 27 de septiembre se celebra el “Día Mundial del Turismo”, si es que hay alguna razón en el mundo para celebrarlo.

Espero sus comentarios, opiniones y sugerencias en Sin Reserva a mi correo vfloresh@hotmail.com

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